La trasposición que aspiró a ser reforma fiscal y se quedó en ‘paquete fiscal’

¿Quién la propone?

En origen se trata de la trasposición de una directiva europea para asegurar una tributación mínima del 15% de los beneficios de multinacionales y grupos nacionales de gran magnitud.

PSOE y Sumar aprovecharon su tramitación para intentar tramitar una batería de enmiendas de carácter fiscal, entre ellas la continuidad de los gravámenes a la banca y energética. Su conversión en impuestos sólo era posible completar antes de fin de año insertos en un proyecto de ley tributario con tramitación por la vía de urgencia.

¿Para qué?

La aprobación de la directiva debía haberse realizado antes del 31 de diciembre de 2023, razón por la cual la Comisión Europea interpuso denuncia contra España.

Las enmiendas introducidas por los grupos del Gobierno responden a la necesidad de aumentar los ingresos de cara a los próximos Presupuestos Generales del Estado. El Ministerio de Hacienda aprovechó esta tramitación para cumplir con el compromiso de reforma fiscal, tanto con la Comisión Europea en el marco del Plan de Recuperación, como con el resto de socios, ya que quedó pendiente la pasada legislatura.

No se trata de una revisión generalizada del sistema impositivo, ni tan siquiera una actualización de tipos, exenciones o beneficios fiscales, sino un paquete de medidas de acompañamiento a los Presupuestos.

A tener en cuenta…

• Hacienda decidió pactar primero con Junts y PNV y renunció al impuesto energético. ERC, Bildu y Podemos decidieron plantarse y,tras dos suspensiones de la Comisión, Hacienda salvó el proyecto tras casi ocho horas de sesión, y prometiendo una prórroga del gravamen energético.

• ¿Qué medidas se incluyeron en el proyecto? Además del impuesto mínimo, el Congreso aprobó un nuevo impuesto a la banca, una bajada de impuestos a pymes y micropymes, un nuevo impuesto para gravar a vapeadores, y medidas para atajar el fraude de hidrocarburos, entre otras.

¿Cómo acabó?

Fue aprobada por el Congreso el pasado 21 de noviembre con los votos de ERC, Junts, Bildu, PNV, Podemos, BNG y Coalición Canaria. PP, Vox y UPN votaron en contra.

En el Senado, el PP aprovechó su mayoría absoluta para introducir enmiendas con un impacto en las previsiones de recaudación de más de 9.000 millones. También aprobó una enmienda de Junts para rebajar el IVA aplicado a los derivados lácteos.

El 19 de diciembre culminó su tramitación, consolidando PP, Vox y Junts la rebaja del IVA a los yogures y exenciones fiscales a afectados por la DANA. También sumaron al PNV para derogar el gravamen energético y así impedir su prórroga automática. El resto de enmiendas del PP quedaron fuera.